Uno empieza a estudiar la carrera de arquitectura y tras el frenesí del selectivo no sabe muy bien por qué. Enseguida empiezas que si con el álgebra, geometría descriptiva por aquí, estructuras por allá... cambian tus valores y percepciones de algo que ya te resultaba de por sí difícil de entender. Ojo, no digo que estas asignaturas no fueran importantes, de hecho son fundamentales.
Con los años te das cuenta de que lo más importante es mantener y cultivar la sensibilidad. La sensibilidad a la Belleza. Y escribo Belleza con mayúscula porque es la madre de cualquier practica o disciplina artística.
Bueno pues esta imagen va dedicada a la persona más sensible que conozco. Mi madre. Ella me enseño el amor por el arte y la Belleza.
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Muy bonita la foto y sobretodo la dedicatoria...
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