Después de un día de mar, volviendo por La Safor, el Dios Ra ha sido generoso y nos ha ofrecido uno de esos espectáculos que nadie se debería de perder. La Naturaleza es inigualable y bella... tanto que abruma.
"Belleza desnuda, inteligente, esencial, capaz de cautivarnos por la cabeza y por el corazón.
Por la cabeza, con la aplastante lógica de la razón; con la precisión de las dimensiones, con la eficacia de las proporciones, con la claridad de la escala.
Por el corazón con el cálido sentimiento de la la emoción, con el esplendor de la LUZ, con la serenidad del orden espacial que da el control de la GRAVEDAD."
Pepe Mallent (Valencia, 1976), arquitecto. Siempre he creído en la figura del profesional multidisciplinar y he intentado desempeñar todas las actividades que me inquietaban de una forma responsable. Así compagino arquitectura y fotografía en mi propio estudio desde hace ya más de 3 años.
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